Del campo a la góndola: Los precios se multiplicaron 3.8 veces

En enero, según el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en enero los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,8 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $ 3,8 por cada peso que recibió el productor.

En promedio, la participación del productor explicó el 22,7% de los precios de venta final, un 8,1% más con respecto al último mes de 2024. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (49,8%), mientras que la menor fue para los de zanahoria (7,9%).

A grandes rasgos, enero se caracterizó por un consumo deprimido (en parte, debido al período vacacional), condiciones climáticas adversas y elevados costos de producción, logística y comercialización.

El productor regional también se vio afectado de manera crítica por la apertura de importaciones —realizada, por lo general, por grandes hipermercados o grandes empresas—, ya que los altos costos de insumos e impuestos encarecen la oferta nacional y colocan al sector en una situación de desventaja competitiva.

LA BRECHA EN LOS PRODUCTOS FRUTIHORTÍCOLAS Y EN LOS DE ORIGEN VEGETAL

IPOD frutihortícola: del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 6,3 veces en enero, lo que representa un descenso del 8,7% con respecto a diciembre.

IPOD de origen animal: por los cinco productos y subproductos de origen animal que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó tres veces más de lo que recibió el productor, un 3,4% más que en diciembre 2024.

Las diferencias entre el IPOD frutihortícola y el de origen animal reflejan el grado de transparencia que existe en cada mercado. Por un lado, en el sector de frutas y hortalizas es evidente que los actores de la cadena de comercialización no quieren resignar rentabilidad, provocando distorsiones en el nivel de participación en el precio final de los otros eslabones. Por otro, en el mercado ganadero se visualiza una mayor transparencia y, mes a mes, la brecha de precios entre productor y consumidor no posee cambios significativos, dado que no hay margen para la especulación.

Fuente: CAME