Dentro de los alimentos, el precio promedio de las «carnes y derivados» otra vez se ubicó entre los que menos subieron (4,9%), dio a conocer la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina.
Fue el valor promedio de los cortes vacunos relevados por el INDEC el que contribuyó a esta desaceleración, según reportó la entidad, ya que aumentó 4,7% en relación a marzo. En cambio, el precio del pollo se incrementó 8,2% en el mes.
Finalmente, en la comparación interanual el precio promedio de los cortes vacunos que mide el INDEC registró un alza de 284,3% (con un máximo de 304,8% en el caso de la carne picada común y un mínimo de 265,7% en el caso del asado). Cabe destacar que esta suba resultó inferior tanto en relación al aumento del precio de la hacienda en pie (+321,8% anual), como en comparación con la evolución del nivel general de precios al consumidor (+292,2%). Lo que impidió que las carnicerías trasladaran todas estas subas de costos en forma inmediata al mostrador y que la contracción del consumo interno de carne vacuna fuera mayor aún a la verificada, fue la fortísima caída que verificó el poder adquisitivo de los
asalariados en el último año, sobre todo de los ocupados en el sector público y de los
ocupados informales del sector privado.
Con datos disponibles a marzo de 2024, el salario promedio de los trabajadores formales del sector privado, que fue el que siguió más de cerca al nivel general de precios al consumidor, se incrementó 231,7% anual.
Esto implica que la pérdida de poder de compra de estos trabajadores fue de 14,9% en términos generales y de 12,2% en términos de los cortes de carne vacuna. En tanto, el salario promedio de los trabajadores del sector público subió 183,7% anual y el de los trabajadores no registrados sólo se incrementó 129,2%. Por lo tanto, en estos dos casos la pérdida de poder de compra de cortes vacunos fue de 24,9% y 39,4%, respectivamente, en el último año.