En una época de cambios políticos y nuevo gobierno nacional Ulises «Chito» Forte, director del Distrito 8 de la FAA, manifestó que se deben considerar los reclamos agrarios y la realidad de los pequeños y medianos productores más allá de las ideas partidarias.
«Fue un año muy atípico porque con las elecciones arrancamos desde mediados de febrero (con los comicios provinciales) intentando desde allí instalar la agenda agraria. Un tiempo en que se pintó al campo desde las distintas posturas como el salvador de la patria y para otros como el mal de todos los males, cuando no somos ni lo uno ni lo otro«, afirmó. Se vivieron meses en los que fue difícil plantear los reclamos sectoriales sin que se vieran teñidos por la disputa partidaria, señaló.
Sumado todos eso con la sequía, con urgencias en lo social y lo económico que dejaban al margen algunos de los problemas del agro. Con ese contexto, Forte manifestó que igualmente se debe destacar la importancia del proceso eleccionario, sobre todo al cumplirse el 30 de octubre del 2023 los cuarenta años del retorno a la democracia.
Los temas de la agenda agraria se mantiene, indicó, como el pedido de una ley de semillas que contemple el uso propio que considere a los usuarios, también una reforma impositiva integral (sobre retenciones, impuesto a las ganancias y otros gravámenes) con políticas diferenciadas de aportes entre pequeños, medianos y grandes productores, logrando además un equilibrio entre mercado y Estado, con el gobierno como ordenador y observador de la evolución comercial y productiva.
Forte señaló que hay un gobierno elegido por la sociedad y el campo tiene expectativas acerca de lo que sucederá pero aún se «mantienen luces amarillas» como una forma de estar atentos a lo que se vaya implementando en el país.
Dentro del ámbito provincial, el director del Distrito 8 dijo que hay diálogo con el Ministerio de la Producción, y se hacen las reuniones de la mesa agropecuaria. Consideró que el acceso a los créditos para los chacareros sigue siendo un tema que preocupa porque no se logra concretar muchas veces. Al mismo tiempo, se espera lograr algún tipo de respuesta en el manejo de la fauna silvestre que está protegida por ley pero ocasiona pérdidas como es el caso de pumas, jabalíes y zorros. La federación además está atenta a lo que sucede con la red terciaria, que debe ser atendida para asegurar el ingreso y la salida de los campos, el acceso de los vehículos y el traslado de la producción.
Otra preocupación histórica es la de los condominios indivisos, porque la unidad productiva hoy debería ser reevaluada teniendo en cuenta que en menos superficie con eficiencia, tecnología y manejo se logran buenos resultados. Sin modificar esa normativa se perjudica la legalización de las tierras, se afecta a los herederos y se complica el desarrollo del agro.
El trabajo cooperativo, dando impulso a las instituciones que hoy siguen funcionando en Embajador Martini y Alta Italia, es uno de los principios de «economía social» que Forte destacó como solución para los productores de menor escala y para las localidades más pequeñas que pueden abastecer con empleo, agregado de valor de sus materias primas y fomentar otros emprendimientos. En este sentido, las «ideas libertarias» consideró que deben ser analizadas.
