Seis de cada diez jóvenes empresarios no tienen acceso al crédito productivo

Una encuesta realizada por el sector Joven de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) determinó que seis de que cada diez empresarios argentinos de entre 18 y 40 años tiene dificultades o le resulta imposible acceder al financiamiento productivo. Se trata de un segmento etario con falta de capital de respaldo y de flujo de fondos para invertir.

En el desagregado por sectores, los más afectados para conseguir financiamiento son: Turismo (66,7%), Industria (66,1%), Tecnología e informática (65,7%), Servicios (60%), Agropecuario (60%) y Comercio (59,1%). Estos números plantean inquietudes sobre el futuro y la sostenibilidad de esos negocios en el actual contexto económico.

A su vez, los 1350 jóvenes emprendedores encuestados identificaron los siguientes problemas para desarrollar su empresa o emprendimiento: inestabilidad económica; escaso financiamiento con altas tasas de interés; elevada carga impositiva; exceso de requisitos para la creación y/o el desarrollo de los negocios; falta de infraestructura y de recursos humanos; competencia desleal y contrabando; y desafíos relacionados con la adaptación a nuevas tecnologías y tendencias del mercado.

Rubros e identidad de los jóvenes

De acuerdo a los datos relevados por CAME Joven, con una edad promedio de 32 años, el 47% de los jóvenes empresarios se inclina por la actividad en el sector comercial, el 30,2% presta servicios y un 13,8% se orienta hacia la industria. En lo que refiere a la percepción de identidad, el 71,6% de los encuestados se autodenomina “emprendedor” y el 28,4% se reconoce como “empresario”. Aunque una amplia mayoría de los que se consideran emprendedores (70,6%) es monostributista, emplean, en promedio, a siete personas.

Finalmente, al analizar el origen de la creación de los negocios, el 81% mencionó ser fundador de su empresa o emprendimiento y el 19% ser relevo generacional. Por este motivo, se requieren políticas que permitan el desarrollo y apoyo estructural a los jóvenes formadores de negocios para superar las barreras identificadas, especialmente en áreas críticas como el acceso al crédito.

Fuente: CAME