Ser caprinero en la zona del oeste provincial es un desafío en estos días debido a la sequía, la presencia de depredadores, la falta de comunicación y la escasez de mano de obra, explicó Julio Toledano, un productor ganadero de Puelén.
Toledano visitó General Pico en el marco de una jornada organizada en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam destinada a la actividad caprina. Una iniciativa en la que participaron el Ministerio de la Producción y Ley Caprina.
En diálogo con este portal indicó que además de su trabajo particular se dedica a la ganadería con cabras, ovejas y hacienda bovina. Comenzó a dedicarse a los caprinos luego de ir a una exposición y después se integró a la Asociación de la Cabra Colorada.
«Es bastante complicado seguir porque no se consigue mano de obra y al tener otro trabajo como empleado también se hace difícil, así que hemos decidido achicar el rodeo«, comentó. Por otra parte, la realidad de los depredadores es algo que los tiene indefensos en el campo y que genera pérdidas. Su hacienda, es atacada por perros, pumas y jabalíes. A esto se suma el problema de la sequía que afectó a gran parte del país.
Achicar los rebaños también ha sido una decisión relacionada con la falta de alimento, por carencia en los pastizales naturales, y el alto costo que significa pensar en comprar forraje o granos para suplementar. En esto influye mucho la distancia y las duras condiciones del oeste provincial.
Toledano manifestó que tratan de seguir en la ganadería pero son épocas difíciles, y la falta de mano de obra junto con la migración de los jóvenes son muy inconvenientes. «La falta de comunicación es un factor. Yo tengo el campo a dos kilómetros del pueblo y no tengo señal en el teléfono. Los caminos tampoco ayudan, a ese aislamiento. Es muy duro trabajar en los predios rurales«, consideró.