La sequía y el dólar soja, explican desde la consultora Zorraquín y Meneses, sin dudas marcaron la agenda del mes de las empresas agrícolas.
La sequía en cuanto a evolución de los cultivos sembrados y variantes de los a sembrar. Y el dólar soja porque, más allá del análisis puntual, abre una posible “Caja de Pandora” si pensamos que es posible que se repita en este u otro grano a futuro, pudiendo modificar relaciones contractuales, mecanismos y timing de venta de granos disponibles, compra de insumos (canjes), cobertura de precios, afectar a mercados (MATBA, Rofex), etc.
En cuanto a los precios internacionales, el cóctel o la combinación entre temas económicos (aumento de tasas e inflación), último informe del USDA, problemas climáticos en Hemisferio Norte, y temas políticos internacionales (amenaza de Putin), hacen que el mercado no termine de definir una tendencia clara. Presenciando subas y bajas significativas en cortos períodos de tiempo, algunas sin mucho sentido.
En cuanto a insumos, no existen noticias de faltantes relevantes y comienza a develarse en los próximos quince días la disponibilidad real de semilla de girasol para las hectáreas previstas.
La sumatoria de todo lo indicado lo único que hace es aumentar la imprevisibilidad, lo que provoca que las empresas busquen ser lo más flexibles posible en todo sentido: productivo, financiero y de coberturas de precio. Y que las decisiones que se toman sean más “spot” o de corto plazo y que además se posterguen hasta último momento, dado que podrían condicionar la renta de la campaña.
Fuente: Zorraquín- Meneses