Así lo aseguró el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, estando hoy en territorio pampeano para anunciar junto al gobierno pampeano el Plan GanAr, que requiere la adhesión de cada provincia.
El ministro Domínguez aseguró, “cuando hablo no lo hago por mí, lo hago en nombre del Presidente” y enfatizó que “las reglas para el sector están fijadas. Hasta que finalice este gobierno, estás son las reglas sobre las cuales se va a jugar el partido de la producción y la industrialización”.
“Sueño con que nosotros podamos industrializar los 40 millones de toneladas de maíz que exportamos en grano al mundo; sueño que podamos industrializar los 14 o 15 millones de trigo que exportamos. Estas deben ser causas nacionales; este debe ser el desafío y para concretarlo les estamos pidiendo su ayuda”, afirmó.
Domínguez se identificó como «parte de una generación que cree que el campo es constitutivo de una identidad nacional. Tengo la convicción de que no se puede pensar la Argentina sin pensar el campo, y cuando digo el campo no es uno solo, somos miles y miles de formas de vivir, de producir, de compartir esta tierra, que incluso fuimos anteriores al Estado Nacional.”
Una oportunidad
“En los últimos 20 años Argentina duplicó su producción. Hoy, el mundo en esta crisis tan inesperada, a los países que producimos proteína nos dan una oportunidad que no nos imaginábamos. Pero esto no es fortuito, nos preparamos para esto. Tenemos que aprovechar todas las diferencias para que se transformen en la energía positiva que nos impulse hacia adelante”, agregó.
El funcionario nacional aclaró que “el centro de las políticas es el productor, porque es la gallina de los huevos de oro de nuestro país y no puede pensarse una política agropecuaria en desmedro del productor”.