Pablo Adreani, analista de mercado, se refirió a la respuesta de los granos y los precios internacionales, destacó que pensando en el 2021 “el girasol estará a 400 dólares, la soja a 300, maíz a 200, el trigo disponible ya vale 220 dólares, y estamos teniendo precios para los commodityes muy por arriba de los inicios del 2020”.
Así anticipó un escenario muy positivo aún con algunos cambios, porque los pisos se consolidaron altos y la demanda mundial es muy firme, como se ve con China en cuanto a maíz, maní, trigo, colza y soja. “O sea China es hoy la locomotora de movimiento de la demanda de commodities”, afirmó.
Se supone que en los siguientes años un condicionante será la “debilidad del dólar”, como las reservas de los EE.UU. han indicado, que ayuda a todos los importadores de commodities como los granos.
A nivel país, consideró que se podría alivianar la presión impositiva pensando en un año electoral que se avecina y en el proyecto que el Consejo Agroindustrial observa sobre fertilizantes y semillas certificadas. O sea en el beneficio impositivo que se podría aplicar a quienes cumplen, como se realiza en Uruguay, y que alienta el uso de tecnologías al mismo tiempo que ayuda a tener una mayor productividad.