“Ha habido eventos de precipitaciones escalonados de alrededor de 20 milímetros y eso hace que en general se vean buenas implantaciones para la gruesa”, dijo Andrés Corró Molas, jefe de la AER General Pico de INTA.
Para la campaña gruesa 20-21 hay un alerta por el atraso en las orugas cortadoras, que generalmente no afectan soja pero este año puede haber problemas en los lotes sembrados en noviembre. “Los productores deben estar atentos a los cortes de plántulas porque puede haber problemas”, afirmó.
En general las implantaciones vienen bien, dijo a RD, porque los cultivos están parejos y con buenos nacimientos. En esto las temperaturas han sido favorecedoras, con pocos eventos extremos, y las precipitaciones que han mojado los primeros centímetros del suelo.
Con estas condiciones se ha podido mantener el ritmo de siembra, logrando los cultivos en fecha óptima. “En este año no hubo grandes problemas de humedad. La perspectiva por octubre y noviembre es sobre la implantación. Pero la humedad bajo el suelo es del 30% sobre lo que va a necesitar el cultivo, el 70% restante depende de las próximas lluvias y el pronóstico a mediano y largo plazo da precipitaciones por debajo de la media. Por eso la estrategia es diversificar los cultivos y las fechas de siembra”, indicó.
Alternar entre siembras tempranas y tardías y diferentes cultivos será la única posibilidad para sobrellevar la falta de agua que ante un fenómeno Niña podría complicar la gruesa.