A fines de mayo, de manera similar a lo ocurrido en los últimos años -2019 y 2017-, se produjo un nuevo ingreso de langostas que llegaron desde Paraguay.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agrolimentaria (Senasa) emitió el primer alerta el 11 de mayo, tras recibir un aviso del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) de ese país, que informó sobre una manga, es decir un agrupamiento de millones de insectos que se mueven en forma conjunta, que volaba con dirección sur hacia la frontera argentina. La plaga finalmente ingresó el 21 de mayo y ya se cumplieron más de 150 días ininterrumpidos de lucha.
Hasta la fecha, se realizaron aplicaciones a 140 focos de la plaga y se logró controlar, de esta manera, siete mangas que ingresaron a nuestro país, gracias al trabajo articulado y permanente del Programa Nacional de Langostas y Tucuras (PNLyT) del Organismo junto con el sector público (nacional, provincial, municipal) y el privado.
“Durante el 2020 enfrentamos la emergencia fitosanitaria de langostas en el marco de otra situación de emergencia como lo es la pandemia por COVID-19. La articulación con gobiernos provinciales, municipales y productores, fue y es clave para poder llevar adelante las acciones tendientes a contener la crisis por langostas cumpliendo con todos los protocolos establecidos y salvaguardando la salud del equipo de Senasa” explica Héctor Medina, coordinador del PNLyT.
Además Medina sostiene que, «pese a las complicaciones se logró una contención de la situación, quedando focos activos solamente en la región del NOA que estan siendo vigilados para ser controlados cuando se den las condiciones óptimas.”
Las mangas se desplazan durante todo el día y se asientan hacia la tarde noche. Y sumado a sus propias caracteristicas, es importante destacar, que para realizarlos, se evalúa minuciosamente el impacto que puede tener en la zona. Se realiza previamente un relevamiento de la existencia de cursos de agua, colmenas, y población.
En este periodo, los equipos langosteros del Senasa llevaron a cabo el monitoreo de más de 2.500 sitios en las provincias afectadas de manera directa como Formosa, Chaco, Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Corrientes, Santiago del Estero, Entre Ríos, Santa Fé y Córdoba.
Asimismo, se emitieron alertas y se trabajo en sensibilizar sobre la problemática de las langostas en otras provincias como San Luis y Buenos Aires, que por cercanía a las zonas afectadas, podrían eventualmente, recibir una invasión de la plaga.