Con 346.000 hectáreas, anticipan una campaña triguera normal en La Pampa

El análisis es una resultante de las habituales recorridas de funcionarios del Ministerio de la Producción de La Pampa, por los distintos departamentos del interior provincial para monitorear el estado del trigo sembrado.

La directora de Agricultura del Ministerio de la Producción, Natalia Ovando, hizo referencia a las recorridas que se llevan a cabo desde la Dirección por las distintas zonas agrícolas de la Provincia, en esta oportunidad con la intención de monitorear el estado del trigo.
“Las últimas precipitaciones del mes de octubre permitieron que mejorara la humedad de los suelos, tanto en los departamentos del norte como del sur de la Provincia, siempre hablando de las áreas agrícolas”, señaló la funcionaria a la Agencia Provincial de Noticias. Agregó que las precipitaciones acumuladas en la zona sur oscilaron entre los 27 y 29 mm de agua mientras que en la zona norte fueron “más irregulares”, de 8 a 25 mm.
“La mayoría de los lotes los trigos estaban en un estado fenológico de espigazón, próximos a entrar en floración”, cuando llegó la lluvia. Por lo cual, afirmó que “la mayor parte del cultivo se encuentra en un estado general bueno y ello se debe en gran parte a las prácticas culturales que se realizaron en la siembra que permitieron conservar el agua”.
Con lo cual si bien algunos factores no están bajo el control directo del productor, hay otros aspectos sobre los que si puede tener incidencia y que vale la pena considerar.

“Si bien hay mucha dependencia del clima, porque puede pasar que de pronto hay buena acumulación de agua en el perfil y luego los vientos la secan. Es importante las prácticas culturales que se llevan a cabo, es decir, cómo se siembra”.

“Por ello -aclaró- es importante realizar prácticas que conserven el agua edáfica, sobre todo porque en el invierno (cuando se siembra el trigo) se registran muy pocas lluvias en La Pampa”. Y acotó “si se siembra con prácticas convencionales es muy probable que en esta instancia, con los fuertes vientos, lo poco que llovió se haya evaporado”.
En ese marco comentó respecto del territorio pampeano que “la mayoría de los productores hacen prácticas conservantes del agua”, pero aclaró que ciertos departamentos afectados por las pocas precipitaciones son los más complicados porque “justamente los lotes vienen de siembras convencionales”.
La funcionaria provincial destacó que se está analizando «la relación que existe entre las siembras convencionales y el estado de los cultivos actuales”. Con lo cual hizo hincapié nuevamente en que “a veces el estado del cultivo no depende únicamente de la condición climática, sino también del manejo que se hace del suelo y del tipo de siembra”, y precisó “las prácticas hacen la diferencia hoy”.
Finalmente recordó, tal como se informó al comienzo de la campaña, que la superficie sembrada de 346 mil hectáreas se mantiene, “lo que estamos viendo es cómo evolucionan las mismas”, concluyó.
La buena estimación provincial mereció una reflexión de parte del ministro de la Producción, Ricardo Moralejo, quien no dudó en señalar que los actuales resultados, dentro de un contexto coyuntural complejo, «son la consecuencia del buen trabajo conjunto y el respeto a una línea de conducción que baja desde la gestión del gobernador, Sergio Ziliotto. El Ministerio, en este caso, es un vaso comunicante de esas políticas orientadas a la producción y al constante acompañamiento a los distintos actores que participan para generar los mejores resultados”. Destacó a los productores “que se animaron a incursionar en genética y tomar ese paso como parte de una cultura de constante mejora en el esquema de fertilización. De esa manera el cultivo del trigo, en este caso, se hace abarcativo a todo el interior provincial logrando una distribución económica importantísima en las localidades”.