En el Día Mundial de los Fertilizantes, Andrés Corró Molas (jefe de la AER General Pico de INTA), destacó: “El fertilizante juega un papel importante en la productividad, porque los rindes sin nutrición se limitan a un 30% ó 40% menos que en un suelo analizado y con agregado de nutrientes”.
Hay que dimensionar qué es un fertilizante, explicó, que es un producto que contiene nutrientes en forma concentrada. En sus inicios el origen era más diverso y ahora la gran mayoría son de síntesis química o logrados por “rocas” que mediante un proceso permitan una aplicación homogénea en el suelo.
En cuanto a las plantas, utilizan macro nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio, y después los micro que son usados en pequeñas cantidades, así se ven el hierro, manganeso, boro o zinc.
“Básicamente si uno mira hoy nuestro suelo, a diferencia de Europa que tiene miles de años agricultura, tenemos unos 100 años o menos de extracción. Esto nos está dando un plus en cuanto a la fertilidad de los suelos, por lo que podemos producir sin incorporar tanta cantidad de nutrientes”, señaló.
El ingeniero destacó qué hay nutrientes que se pueden incorporar mediante una actividad biológica y otros que no. Por ejemplo, el nitrógeno que tiene notoria respuesta en los cultivos y se requiere en grandes cantidades se puede lograr mediante fijación biológica con una bacteria que hace simbiosis con las leguminosas. Otros nutrientes como magnesio, azufre y fósforo, si bien nuestros suelos son ricos, se van agotando y hay que pensar en los años futuros.
Corró Molas afirmó que se debe generar una incorporación de los nutrientes que se extraen en los cultivos para mantener la fertilidad del suelo. Al evaluar la zona, consideró que el trabajo con menos laboreo tradicional, considerando la erosión eólica y las pérdidas de fertilidad, han dado mejores resultados al igual que la decisión de hacer siembra directa para cuidar el recurso suelo.
Fuente: Antonio Ocerin