“En la última semana se ha registrado una mejora en el estado general del cereal sobre buena parte del centro y sur del área agrícola”, según el informe semanal de la BC.
Las heladas de las semanas previas provocaron daños en hojas y espigas, según el nivel de progreso fenológico de cada lote en particular. Sin embargo, el aporte de agua, aunque escaso en determinados sectores, impulsó el crecimiento y la recuperación del cultivo, así como también permitió retomar las labores de fertilización. Si bien en los cuadros más avanzados del NOA, NEA, Córdoba y Santa Fe ya se esperan mermas irrecuperables, bajo el escenario actual se ha frenado la caída en las expectativas de rinde.
En la franja norte del país, se mantiene la condición de sequía para el cultivo, que ya sin posibilidades de recuperación empieza a transitar la madurez. Las mermas de rinde esperadas van desde 20 a 50 %, y posiblemente una parte del área no se recolectará.
En paralelo, sobre las provincias de Córdoba y Santa Fe, si bien el número de macollos se vio afectado por el déficit hídrico provocando pérdidas del rinde potencial, luego de las lluvias se registraron mejoras en el estado general de los lotes. Incluso, en ciertos cuadros implantados en los Núcleos Norte y Sur, se ha revertido la situación de estrés y se han retomado las labores de refertilización.
Finalmente, al sur del área agrícola nacional, el cultivo presenta lento crecimiento debido a las bajas temperaturas. Si bien mantienen una buena condición de cultivo y no presentan signos de estrés hídrico, necesitan nuevas lluvias para no resignar crecimiento y rinde.
