Dentro de la demostración de 30 cultivares de girasol y 10 de confitero, jornada realizada en el marco de un ensayo de INTA y el CIALP, El Cencerro trajo dos opciones.
«Estamos presentando dos materiales de girasol, dos híbridos, Cacique 320 y 312, seleccionados y con mejoramiento que han mostrado una buena adaptación desde Chaco bajando hacia el sur y sudoeste de la provincia de Buenos Aires», Alejandro Holzmann, del criadero El Cencerro de Coronel Suárez.
En diálogo con RD destacó que se encuentra la empresa en el límite de la zona subhúmeda, donde hay una presión ambiental importante con veranos muy secos. «Esto nos permite seleccionar materiales de destacada rusticidad, sanidad y rendimientos», afirmó.
Se trata de un cultivo hábil para captar nutrientes, pero aún así se recomienda un análisis de suelo antes de la siembra para corregir. En el ensayo realizado a 14 kilómetros de G. Pico, Holzmann consideró que la región se ve con buenos cultivos.
Pensando en el futuro del girasol, explicó que la campaña pasada fue dura para este cultivo que tuvo una baja del 30% en la superficie de siembra. Todavía se espera revertir esa tendencia porque el girasol es «un cultivo interesante para las zonas secas» y en planteos ganaderos es interesante para la rotación porque la cosecha es temprana, por el mes de marzo, liberando los lotes para ir a verdeos o pasturas.