Buscan mejorar el girasol desde su fotosíntesis

Investigadores del INTA trabajan para mejorar la fotosíntesis del girasol y lograr así mejores rendimientos y contenido de aceite.

Mediante la identificación de biomarcadores, un equipo de investigación del Instituto de Agrobiotecnologia y Biológia Molecular (IABIMO) del INTA busca aumentar la eficiencia fotosintética de la planta. Es decir, maximizar la radiación interceptada durante la fase de llenado del grano, una etapa importante en el rendimiento del cultivo y el contenido de aceite, lo que impactaría en el rendimiento del cultivo. Junto con investigadores de Manfredi -Córdoba- y de Balcarce -Buenos Aires-, estudian genotipos del Programa de Mejoramiento, que se destacan por sus características diferenciales.

“Si bien el girasol tiene muy buen rendimiento, no se ha logrado potenciar el mismo a través del mejoramiento clásico, ya que no mejoró su contenido de aceite ni su peso de mil granos por capítulo”, explicó Paula Fernández, investigadora del IABIMO y responsable del estudio.

En el mejoramiento genético convencional se realizan cruzamientos selectivos entre individuos con características deseables para producir una descendencia con un mayor número de características esperadas. “También se pueden utilizar técnicas como la selección individual, la selección asistida o la selección genómica”, señaló Fernández.

Como alternativa, el equipo de investigación del INTA busca identificar biomarcadores asociados a la senescencia foliar de la planta: “Que esté más verde, que ese verdor le permita hacer más tiempo fotosíntesis y que sean genotipos verdes funcionales (stay Green funcionales), es decir, que todos esos productos de la fotosíntesis se particionen a grano, a rendimiento”, expresó Fernández quien detalló que la radiación interceptada durante la fase de llenado del grano juega un papel importante en el rendimiento del cultivo y el contenido de aceite.

Por esto, la eficiencia fotosintética es un carácter de alto impacto en los programas de mejoramiento. “La radiación, el suelo, el genotipo y la temperatura del ambiente son factores definitorios para el rendimiento potencial de la planta”, indicó la investigadora del INTA.

Fuente: INTA