Investigan la remediación de agua y suelos

Las mejores estrategias para metabolizar sustancias contaminantes en el suelo y el agua son investigadas por especialistas del INTA Paraná –Entre Ríos, junto con una red sobre microorganismos para metabolizar contaminantes.

El gran desafío para el sector agroalimentario en la actualidad es incrementar la productividad y la competitividad, haciéndolo de una manera sustentable”, aseguró Carolina Sasal, especialista en gestión ambiental del INTA Paraná, quien señaló que, a diferentes escalas espaciales, temporales y de niveles organizativos se trabaja sobre estrategias de conservación, mitigación y remediación.

En este sentido, desde “el INTA se propone un enfoque integrado, multiescalar y multidisciplinario para la remediación y restauración de ambientes que garantice agroecosistemas productivos con cuidado del ambiente”, subrayó Sasal.

“La intensificación de la agricultura que, en los últimos 50 años, generó incrementos sustanciales en la producción de alimentos, tuvo consecuencias ambientales negativas a escalas local y regional”, explicó Sasal y agregó: “Los cambios en el uso de los suelos y la simplificación de las secuencias de cultivos en la región han condicionado la capacidad reguladora del suelo, mediante el deterioro de sus condiciones físicas, químicas y biológicas”.

Así, “los procesos de degradación de suelo amenazan la calidad de las aguas, debido a las pérdidas de suelo por erosión y el arrastre de fertilizantes y otros agroquímicos aplicados al suelo”, puntualizó Sasal quien expuso sobre los avances en los estudios de contaminación y remediación de suelos agrícolas en el XXVIII Congreso Argentino de la Ciencia del Suelo, que tuvo lugar en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA).

El suelo constituye una primera barrera para evitar la llegada de contaminantes a cursos de agua provenientes de actividades agrícolas. Sin embargo, Sasal afirmó que estudios recientes indican que “ambientes acuáticos en cuencas bajo producción agrícola reciben el aporte difuso de agroquímicos y son crecientes los reportes de eutrofización o detección de contaminantes emergentes”.

Así, la remediación ambiental se basa en implementar estrategias para eliminar o metabolizar sustancias contaminantes en el suelo o el agua (químicos agroindustriales, metales pesados, nutrientes y plaguicidas). En el caso del suelo, además se busca restablecer las características físicas y biológicas que lo hacen productivo, mejorar el balance de agua, carbono y el ciclo biogeoquímico de nutrientes.

De acuerdo con la investigadora, “durante los últimos 3 años se conformó una Red de unidades de experimentación en Remediación y Restauración de ambientes degradados en el INTA y la ubicación de estas experiencias en diferentes territorios del país está disponible en un mapa”.

“En la región pampeana, particularmente, se llevan adelante monitoreos de calidad de suelos y aguas en varias cuencas con diferentes sistemas productivos en el norte de la provincia de Buenos Aires, en Entre Ríos y el sudeste bonaerense”, explicó la especialista. Y agregó: “Estos estudios de largo plazo son fundamentales para el diagnóstico de estado de situación de los recursos, del análisis de la tendencia a través de indicadores de su calidad y la experimentación de prácticas agronómicas de manejo más adecuadas para cada sistema de producción”.

Paralelamente, en varias unidades del país se llevan adelante estudios en laboratorio para identificar microorganismos capaces de metabolizar contaminantes o se identifican y seleccionan especies capaces de bioacumularlos en sus tejidos.