Leonardo Isidro, de la familia propietaria del establecimiento La Recuperación en la zona de Bernardo Larroudé, fue ayer el anfitrión de una jornada a campo. En ese marco se mostró la explotación basada en sistema mixto, con predominancia ganadera y una importante decisión por los cultivos de cobertura.
Eran campos “muy chacreados y sin devolverle nada a la tierra”, explicó. En la zona hay muchos tambos, que son altamente consumidores de recursos y ahora la idea del la familia Isidro es devolverle a la tierra lo que está necesitando.
Es un proyecto a la largo plazo en el que asesorados por el ingeniero Gabriel Garnero llevan unos siete años de trabajo y al menos tres en colaboración con INTA. Como primeros cambios, el productor dijo que observan mejor infiltración y porosidad en los suelos, una diversidad biológica que incluye hasta lombrices en tierra.
Estas mejoras, con 17 especies de coberturas en ensayo, apuntan a manejar el agua de manera más eficiente. Hoy se observa que en los lugares libres de cobertura la napa está sin deprimir y la calidad del suelo es menor. Para las plantas el agua sube con facilidad, señaló.
“El agua para los animales era medio complicada, en la zona es así incluso están las termas de B. Larroudé, pero la pudimos mejorar con muchas perforaciones. Y en el campo para el cultivo el agua es buena dentro de los parámetros que cotejó INTA”, dijo Isidro a RD.
En el establecimiento se logran cuatro bovinos por hectárea, con alimentación permanente a pasto y suplementación para terminarlos luego a feedlot. Una invernada de carne que apunta a llevar los novillos pesados pero con una moderación a 500 kilos para poder comercializarlo.