“Urge eliminar el peso mínimo de faena si se pretende expandir el negocio ganadero”, aseguró esta semana la Carbap considerando las repercusiones para el productor que debe dedicar más tiempo al engorde y soportar las contingencias del clima.
Con un comunicado la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa se refirió al peso mínimo como una imposición aplicada por el gobierno con la intención de llegar animales más pesados a faena y lograr así producir más carne, pero la entidad consideró que intervenciones de ese tipo complican la “operatoria comercial” limitan el poder de decisión de los productores “ante la variabilidad de escenarios climáticos a los que deben enfrentarse”. Y se indicó que lograr animales más pesados requiere tiempo de engorde y alimento por lo que sería mejor otro tipo de medida como “un beneficio impositivo sobre los kilos producidos”.
“Nadie puede asegurar que el mantenimiento del peso mínimo de faena no va a repercutir en forma negativa sobre la economía de los productores, principalmente sobre los criadores quienes son el origen y el cimiento por sobre el cual se construye toda la ganadería de nuestro país”, analizó la Carbap. Agregó que los sectores que “propician el mantenimiento de esta regulación” defienden sus intereses al transferir a los eslabones más débiles de la cadena los costos y eliminando competencia en el proceso de producción de carne.
“El Estado moderno es un Estado que fomenta la producción con alicientes no con penalidades”, señaló el comunicado.
