Desde la Huerta Demostrativa de la Agencia de Extensión INTA General Acha se hicieron los ensayos para ver la adaptación de especies a suelo y clima, respuesta de variedades de semillas, densidades de siembra y rendimiento.

En esta oportunidad, se realizaron en 2017-2018 ensayos correspondientes a “cultivos locales”, un componente del programa ProHuerta, a cargo del INTA y del Ministerio de Salud y Desarrollo Social. El mismo tiene como finalidad complementar la entrega tradicional de semillas con otras variedades hortícolas, para aumentar la diversidad en las huertas, e impulsar la alimentación saludable y la posibilidad de generar excedentes de producción.
En este sentido, los ensayos evaluaron el comportamiento de los cultivos de zanahoria y acelga, y como cultivos locales, se analizaron cultivos de batata y ajo.
En el ensayo de zanahoria el objetivo fue comparar distintas densidades de siembra. Desde 20 de febrero de 2018, en línea a chorrillo en un 1 m2 , con dos cintas de riego y 4 líneas de siembra, dos líneas permanecieron sin ralear y 2 líneas fueron raleadas, dejando 5 cm entre plantas. El raleo se realizó cuando el cultivo presentó dos hojas. El cultivo estuvo bajo protección de media sombra en la primera etapa del cultivo. La parcela utilizada fue previamente abonada con estiércol de vaca. La variedad de zanahoria utilizada fue Chantenay provista por FECO AGRO Pro Huerta. La cosecha se realizó el día 22 de junio de manera manual, y se evalúo la cantidad de plantas total obtenidas y el peso promedio de las mismas. El cultivo tuvo un ciclo de 123 días. Los rendimientos obtenidos fueron para la zanahoria raleada de 2,94 kg, un total de 49 plantas cosechadas, se consideraron 20 de esas plantas de tamaño comercial con un peso total de 1,73 kg, es decir, representó el 59 % del peso total. En promedio 60 g por zanahoria. En el cultivo sin ralear se obtuvieron 132 plantas, con un peso total de 3,36 kg/m2 , de los cuales 17 plantas tuvieron tamaño comercial con un peso de 1,089 kg, representando un 32% de la cosecha. En promedio 25 g por zanahoria.
Con la acelga en otoño-invierno de 2017 se realizó un ensayo comparativo de rendimiento de tres variedades de acelga, con el objetivo de evaluar las proporcionadas a través del kit del Programa ProHuerta. El día 5 de abril se realizó la siembra en bandejas (speeldings) y el día 27 del mismo mes se transplantaron los plantines. El ensayo consistió en la prueba de tres variedades de acelga: Dataglio, Penca Verde y Argentata 2, el cual se llevó a cabo en la huerta demostrativa de la Agencia de INTA General Acha, bajo túnel alto. La siembra fue a tresbolillo a una distancia de 35 cm entre plantas y entre líneas. Se colocaron dos cintas de riego por goteo y se utilizó un lomo levantado previamente abonado con estiércol de vaca. El cultivo en el mes de junio se cubrió con malla anti-helada, y en el mes de julio se cerró el nylon del túnel alto de manera permanente. Además recibió una aplicación de insecticida (cipermetrina) por la presencia de plagas como pulgones y orugas. Los datos obtenidos fueron analizados mediante el Programa estadístico Infostat (Di Rienzo et al., 2011).
A 125 días del transplante se inició la cosecha, la cual consistió en varias fechas de cortes, según la variedad utilizada. En el caso de PV, la cosecha fue distribuida en tres momentos con un ciclo corto y el menor rendimiento con el último corte antes del inicio la etapa de floración. La variedad A2 presentó un ciclo más extenso en el tiempo, con cuatro cortes y el mayor rendimiento en cantidad de kilos. En cambio D tuvo cuatro cortes, ciclo corto y un rendimiento medio.
El cultivo de la batata 2017-2018 se inició bajo túnel alto, en 1 m2 de un tablón con acelga como antecesor, con riego por goteo. Previamente abonado con estiércol de vaca descompuesto. El cultivo de batata se propaga a través del plantín, que son brotes emitidos por “batata-semilla”. Estas fueron batatas cosechadas el año anterior y conservadas para plantarlas en almácigo. Este se realiza en los meses de agosto- septiembre, en este caso la fecha de siembra de los plantines fue el día 14 de septiembre de 2017. Se preparó la “cama” de la siguiente manera: 1. Se marcó el almácigo con un ancho de 80 cm y 1 m de largo 2. Se cavó a una profundidad de 4 a 10 cm. 3. Se colocaron las “batatas-semillas” de buena calidad, sin lesiones y entre 50 y 150 g de peso cada una, en el lecho del almácigo, separadas entre ellas 5 cm. La cantidad de batata-semilla se estima en 10 kg por metro cuadrado de almácigo (en algunas zonas 16 kg.m-2 ), con lo cual se obtienen unos 500 plantines. Para este estudio se usaron 12,4 kg.m-2 4. Se tapa con una capa de tierra de 8 a 10 cm 5. Se cubre con plástico transparente (film), el cual se retira definitivamente una vez que aparecen los plantines y desaparece el peligro de heladas (octubre) El día 17 de noviembre (a los 65 días de la siembra), se realizó el trasplante, con un plantín de 25 a 30 cm de altura aproximada, con 6 a 10 hojas y el diámetro del tallo de un lápiz. Estos se trasplantaron sobre tablones contiguos al aire libre sin cobertura. A dos hileras con riego por goteo, a 35 cm de distancia entre plantas, con la raíz de manera horizontal poco enterrada, ya que a mayor número de nudos por plantín enterrados, mayor será el rendimiento. Una vez que las guías cubrieron el tablón se cosechar. En el estudio del cultivo, se observó y comparó 4 variedades de batata: Morada, Beauregard (proveniente de un productor de la localidad de San Pedro, Buenos Aires y otra de INTA San Pedro), Boris y Arapey. Se evaluó la cantidad de frutos por planta, el peso promedio de cada fruto y características morfológicas del fruto (color y forma). La cosecha fue el día 27 de marzo de 2018, a los 136 días desde el trasplante, siendo un ciclo corto.
Considerando que es un cultivo muy sensible a las heladas, ya que requiere un período de cuatro meses libre de heladas, en esta zona presenta un buen comportamiento debido a que la fecha media de primera helada es el 11 de abril y de la última helada el 21 de octubre, hay que tener en cuenta que debe ser cosechada antes de las primeras heladas. Además, tolera gran variedad de suelos, en la zona de estudio se pudo observar un buen comportamiento en cuanto a rendimiento, ya que al ser abonado presentó buena fertilidad, y es suelto en los primeros 30 cm, condición fundamental para el desarrollo del cultivo. La batata no presenta una maduración comercial definida, culinariamente es aprovechable desde que comienza el engrosamiento de las raíces, por ésta razón, el momento de levantar la producción, depende de lo que se vaya necesitando consumir, o si se comercializa, el precio que tenga en el mercado. Se puede cosechar en forma escalonada. Con una buena selección de raíces post-cosecha, el huertero podrá guardar su propio material de “batata semilla” para la siembra futura. Es una muy buena alternativa para la producción familiar, debido a su rusticidad y características propias del cultivo, como la tolerancia a condiciones de sequía y salinidad, los altos rendimientos que se logran aún en condiciones adversas, los moderados requerimientos de nutrientes y la baja incidencia de plagas y enfermedades. Luego del periodo de acondicionamiento, en el que las batatas se envolvieron con papel de diario y permanecieron en un lugar con humedad durante 5 y 1/2 meses, el día 13/9/18 se realizó la siembra de la “batata-semilla” en la huerta demostrativa de la Agencia INTA General Acha. Las batatas se colocaron bajo túnel alto en un tablón con antecesor frutilla. Se sembraron: 13,35 kg/m2 de la variedad Arapey, 4,4 kg de Boris, 3,855 kg Beauregard y 1,700 kg de Morada y se procedió a la siembra con la misma metodología que en 2017. Tanto la variedad Arapey como Morada, las batatas se conservaron en muy buenas condiciones sin haber descarte de material, en el caso de las variedades Beauregard y Boris se vio deshidratación y algo de podredumbre por lo cual hubo descarte de material.
La prueba de variedades de Ajo 2017-2018 se hizo para evaluar el comportamiento y adaptabilidad al suelo y clima de la zona. Es un complemento de las semillas que se entregan en otoño-invierno, en el mes de abril se hace entrega de cabezas de ajo. Estos cultivos son de reproducción agámica, es decir, sin semillas. La distribución se realiza a toda la zona de influencia de la Agencia la cual abarca parte del oeste, centro y sur pampeano: Limay Mahuída, La Reforma, Chacharramendi, Gobernador Duval, Puelches, Colonia Santa María, Unanue, Quehué y General Acha. Los primeros ajos se trajeron de Mendoza (INTA La Consulta). Por lo general se entregan como mínimo 1 o 2 cabezas por beneficiario del ProHuerta, dependiendo de la superficie que tengan disponible. De éstas se extraen los dientes de mayor tamaño para sembrar, obteniendo de 8 a 10 dientes por cabeza.
En el año 2017, se realizó un ensayo de 11 variedades de ajo en la Huerta Demostrativa. El objetivo del estudio fue evaluar el rendimiento y comportamiento de diversas variedades de ajo utilizadas en cada localidad, que es una información valiosa para el Programa ProHuerta. La siembra se realizó el 16 de mayo. El ensayo se llevó a cabo con diseño en bloques aleatorizados completos, con tres repeticiones, con parcelas de 0,80 m x 1 m cada una y con riego por goteo. La cosecha se realizó el 11 de diciembre y se evalúo el número de cabezas (bulbos) obtenidas, peso y calibre. Los datos se analizaron con el Programa estadístico INFOSTAT. Se utilizaron los siguientes tipos y variedades de ajos: Ajos de tipo blanco temprano: Killa; Ajos violetas: Lican INTA; Ajos blancos: Norteño INTA, Nieve INTA, Perla INTA, Union INTA, Plata INTA, Cristal INTA; Ajos colorados: Fuego INTA, Sureño INTA; Ajos castaños: Castaño INTA. Además se analizó el calibre a través del uso de una tabla. En líneas generales se obtuvieron ajos aceptables, en cuanto a peso, calibre y sanidad. Se observó una buena adaptación al suelo (arenoso) de la localidad y tolerante a las frecuentes bajas temperaturas. Es por esto que la Agencia INTA General Acha, realizó el mismo ensayo de variedades durante el año 2018, y se planifica continuar con la evaluación del cultivo a lo largo del tiempo, con el fin de fortalecer la utilización de variedades locales y difundirlos en distintos puntos de la provincia. Uno de los objetivos es complementar los aspectos nutricionales de las especies provistas en los kits que se entregan por el programa, así como estimular la producción de excedentes de las huertas familiares con destino a la comercialización directa.
Fuente: INTA