Por interés de la comunidad, y la demanda de información de la gente que llevaba especímenes como arañas y otros animales ponzoñosos a la facultad, surgió la posibilidad de crear un área de reconocimiento en la universidad. Que además brinda capacitaciones.

La bióloga María de los Ángeles Bruni, docente del Área de Identificación de Animales Peligrosos en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam, habló con Rural al Día y explicó que en realidad son peligrosos de una manera diferente a los que se relacionan con las zoonosis, porque los ponzoñosos generan accidentes en contacto con el hombre y otros animales como perros ya que inoculan. Eso se ve en las abejas y escorpiones por el aguijón, en las serpientes a través de sus colmillos y las arañas mediante sus quelíceros.
La palabra ponzoñoso se ha incorporado al conocimiento general, indicó Bruni, y eso ya es positivo. Porque son animales que pueden causar un daño severo. En el caso de encontrarse ante arañas, serpientes y escorpiones se intenta lograr la captura para no matarlos, porque forman parte del medioambiente, pero no siempre es posible. “Pueden sacar fotos, traer el espécimen a la facultad y buscar información para saber qué especie es, elaborar estadísticas de épocas de aparición, observar si hay nuevos animales”, consideró. Bruni señaló que durante las pasadas inundaciones se observó la llegada de culebras verdes y amarillas que se alimentan de sapos pero hace tiempo atrás no estaban en esta región y eran más habituales de la provincia de Buenos Aires. “Ahora están apareciendo muchas arañas tigre”, afirmó.
“En el ámbito rural los accidentes que pueden darse tienen que ver con no usar la indumentaria adecuada. A veces salen a cerrar una tranquera, o trabajan en un alambrado, usando alpargatas y eso los hace más propensos a picaduras que si usan botas. En el campo hay más situaciones con serpientes, y en la temporada de caza son los perros quienes sufren ataques de yarará”, explicó.
La viuda negra, que es otra de las especies peligrosas en el campo, no son arañas grandes pero pueden picar en pies y manos al momento de trabajar.
También se han registrado incidentes con los apicultores que al trabajar con las colmenas levantaron un alza y fueron picados por la araña de los cuadros, una especie que está en los domicilios y también en el exterior.
“Son descuidos que a la hora de trabajar deben tenerse en cuenta”, refirió.
En caso de picaduras hay tres soluciones que son un mito y la bióloga descartó: No se debe realizar un torniquete para detener el veneno, no se debe abrir la herida y succionar porque no ayuda y además puede contaminarse la persona que ingiere la ponzoña, y tampoco es aconsejable dar alguna bebida alcohólica al afectado para relajarlo. Llevar un suero antibotrópico o antiveneno e inyectarlo no es seguro, a menos que lo realice un médico, porque se puede producir una reacción anafiláctica. La mejor opción es mantener hidratado al paciente y llevarlo a un centro de salud cercano.
Para recibir ayuda, dijo Bruni, lo que se debe hacer es acudir a un centro médico de referencia que tenga servicio de Terapia Intensiva. Las denuncias por la aparición de este tipo de animales se deben hacer en los municipios. Y el reconocimiento de los especímenes se pueden derivar a la Facultad de Ciencias Veterinarias.