La Comisión de Enlace de las Rurales Pampeanas tuvo su encuentro mensual en Eduardo Castex el 18 de junio, para abordar temas como seguridad, vacunación anti aftosa, peso mínimo de faena y situación del INTA.
Carlos Matilla, presidente de la rural piquense, explicó cómo se abordó el encuentro en relación a temas de seguimiento y actualidad tanto a nivel provincial como nacional.

Con la presencia de la mayoría de las rurales de la provincia uno de los puntos abordados fue la seguridad, enfocado en el testimonio de un productor que sufrió la pérdida reciente de unos 8 novillos por el ataque de perros.
Se trata, según entienden, de una consecuencia de la caza con jauría y los permisos que se otorgan. Porque los cazadores circulan no sólo en el campo habilitado para cazar sino también en caminos y otros predios rurales. Desde la comisión se consideró que la ley que ordena esa actividad debería modificarse y podría incorporar tecnología como geolocalización de vehículos y animales obtenidos. «Son ideas que se van a proponer en la Cámara de Diputados para que se modifique la normativa«, señaló.
En cuanto a la vacunación de aftosa se sigue analizando la obligatoriedad de esta práctica, con opiniones encontradas, explicó. Están quienes piensan que se debería quitar la vacunación y otros que sostienen una postura orientada a la aplicación sobre determinadas categorías. Se podría dejar libres los animales que van a faena, como novillos y los de feedlot, pero ocupándose de vacunar al resto de la hacienda para tener un registro de la existencia del virus en sangre, manifestó, como una manera de mantener ciertos recaudos para la prevención.
Acerca del peso mínimo de faena, que se desreguló a nivel país, Matilla afirmó que hay posiciones divididas porque algunos consideran que esa limitación servía para que los productores trataran de aumentar el peso de su hacienda, pero para otros de los integrantes de las rurales la decisión en cuanto a la cantidad de kilos de los bovinos debería ser un análisis de conveniencia particular y lo que demande el mercado.
Pensando en el INTA y las posibles modificaciones que disponga el Estado Argentino, la observación unánime es acerca de la necesidad de que se mantenga a este instituto en funcionamiento. Porque con el valor que agrega a la producción y su desarrollo general, debe ser considerado una inversión y no un gasto, afirmó.