El buffel grass le permite al productor mejorar la oferta forrajera, lo que se traduce en una mayor producción de carne por hectárea, también facilita las tareas de manejo del rodeo y la conservación de los recursos forrajeros nativos.
Un equipo del INTA La Rioja brinda recomendaciones para realizar una correcta siembra de esta megatérmica que permite recuperar áreas degradadas y ser un complemento del pastizal natural, principalmente como fuente de alimentación de bovinos.
Los especialistas evalúan desde hace varios años el comportamiento de esta pastura en la región de Los Llanos riojanos. Esta estrategia permite una gestión sostenible y eficiente de los recursos forrajeros, mejorando la productividad y la salud de los animales.
Karina Leal -investigadora del Área de Producción Animal de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA La Rioja- indicó que “con el fin de recuperar estas áreas e incrementar la oferta forrajera, desarrollamos líneas de investigación para evaluar las distintas especies forrajeras introducidas con el objeto de determinar su adaptación a las condiciones de la región”.
“Los estudios demostraron la adaptación del buffel grass a los ambientes áridos, principalmente el cultivar Texas 4464 por ser una pastura con tolerancia a la sequía y al pastoreo. Sin embargo, para lograr el éxito y garantizar una óptima producción de forraje, es fundamental realizar una correcta siembra y un manejo adecuado”, agregó Leal.
Este cultivar se caracteriza principalmente por estar adaptado a las condiciones de sequía y ser resistente al pastoreo, presentando un rápido rebrote luego de las lluvias. Esta es la única pastura que está adaptada a las condiciones ambientales imperantes, marcada por la variabilidad de las precipitaciones, tanto temporal como espacial. Su producción es de alrededor de 2000 a 3500 Kg/MS/ha.
Las lluvias son un factor crucial en la región, ya que determinan las posibilidades productivas del territorio, la principal característica de estas precipitaciones es su alta variabilidad, tanto anual e interanual como espacial. Por otro lado, la principal fuente de alimentación del ganado bovino es el pastizal natural, sin embargo, presentan un marcado deterioro y grandes áreas improductivas debido principalmente al pastoreo al que han sido sometidos.
En este sentido, “la inclusión de la pastura de buffel grass en el sistema productivo ganadero de la región permite la recuperación de áreas degradadas e improductivas, reduce el impacto del pastoreo sobre el pastizal natural, permitiendo su recuperación en la época estival y así contar con forraje de mejor calidad en la época seca, asimismo, facilita el manejo de los animales ya que la parición en un potrero de buffel grass hace que sean más sencillas las tareas de cuidado sanitario tanto de los vientres como de las crías”, detalló la investigadora.