Tras el temporal, el Senasa dispuso otorgar más tiempo a los productores para que puedan organizar el procedimiento.
Así se resolvió postergar 30 días, hasta el 17 de abril de 2025, el inicio de la primera campaña anual de vacunación contra la fiebre aftosa en esa ciudad del suroeste de la provincia de Buenos Aires.
Esto no significa que se dejará de vacunar, sino que se otorga más tiempo a los productores para organizar todo el proceso tras la emergencia climática.
La medida busca acompañar a los productores afectados sin comprometer la sanidad animal, ya que la situación epidemiológica es estable y no representa riesgos sanitarios.