Aún con lluvias se debe controlar el estado de los perfiles

«Estas lluvias vinieron a completar los perfiles de suelo pero dependiendo de cada zona. En algunos lugares se acumularon más de 100 milímetros y en otros fueron 20 ó 30 milímetros y allí van a necesitar de las próximas precipitaciones«, dijo Cristian Álvarez, ingeniero agrónomo del INTA en la AER General Pico.

Observando los perfiles de suelo, según la zona, sistemas de producción y cultivos, los monitoreos ya mostraban situaciones muy contrastantes porque había lugares con agua casi al 100% y otros que estaban en un 20%, explicó. Ahora se comprobó que en algunos lotes bajos se llegó al encharcamiento con las recientes lluvias, dependiendo de la calidad de infiltración y en relación con la capacidad de recarga de esos perfiles.

Álvarez analizó que las precipitaciones de fines de noviembre e inicios de diciembre dieron calma a las preocupaciones de quienes habían sembrado en el norte pampeano cultivos tempranos como maíz y girasol y que ahora estaban condicionados por la humedad para mejorar el estado de esos lotes. Otros aún están sembrando y ven el beneficio de comenzar así la campaña gruesa. En relación al forraje, si es pastizal natural habrá que esperar la producción de biomasa de cada ambiente, y donde haya verdeos u otro forraje implantado se deberán planificar las nuevas reservas para ese sistema.

«Esto no sólo permite planificar la siembra sino que el productor puede utilizar las tecnologías de nutrición (fósforo, nitrógeno y azufre) que en nuestros sistemas en general faltan. Esas variables deben ser consideradas para la eficiencia de uso de agua que significa mejorar rendimientos en el cultivo asociado a los milímetros de agua disponibles«, afirmó.

El ingeniero recordó que el agua registrada en el pluviómetro no es la misma que queda en el suelo. Los productores deben monitorear porque en general la eficiencia de captura, que en promedio está al 60%, pero puede variar. Esto es posible mejorarlo con rotaciones, cobertura, manejo de nutrición y otras decisiones, pero hay otras realidades según explicó el entrevistado en las que una temporada seca significa el uso de rastrojos y mayor consumo de los verdeos por lo que esos ambientes están más condicionados.