«Un sistema simple y flexible» de agregado de valor a los terneros

El IPCVA realizó una Jornada a Campo en un campo de cría y recría en Entre Ríos que se ajusta todo el tiempo para lograr más kilos por hectárea y no tener la necesidad de vender al destete. 

La Tacuara tiene una superficie de 436 hectáreas y es propiedad de Carlos Mihura; de ese total, 255 ha son propias, 120 se dedican a la agricultura y en el resto se hace la cría y recría con la siguiente distribución: 100 ha de campo natural, 14 de una alfalfa degrada, 10 de alfalfa recién implantada y una pradera consociada de 11 ha. En la superficie arrendada sólo pueden trabajar sobre 141 ha que corresponden a un monte “aprovechable”, el resto es monte “cerrado”.

Con todo, en ese campo producen 120 terneros por año. A la hora de definir cómo maneja el campo, Mihura, quien es también el presidente de la Sociedad Rural de Nogoyá, dijo que junto a su asesor veterinario Carlos Rosal diseñaron “un sistema simple, flexible, con buena producción“.

Afirmó que era “simple” buscando “lo más cómodo”, que lograba con inversiones en infraestructura“para poder trabajar mejor”.“Flexible” para decidir el momento de vender “y mientras tanto agregar kilos”. Destetamos los terneros en marzo-abril pero no salimos a venderlos (cuando el precio es menor por la sobreoferta) sino que tenemos la posibilidad de hacerlo a lo largo del año”.

El establecimiento logró estabilizar los porcentajes de preñez en 93%/94%, y el destete se ubica entre 84% y 89%; mientras que la producción en kilos por hectárea ronda los 130 kilos en el sector de cría y alcanza los 312 kg/ha en la recría. “Apuntamos a mejorar el resultado de la cría con mayor cantidad de carne producida en el campo y a su vez que sea un sistema que permita la mejora continua”, enfatizó Mihura.

En cuanto a la producción, señaló que su objetivo es que “cada mejora debe tener un impacto” como la incorporación de la inseminación artificial a tiempo fijo que le permitió mejorar la genética del rodeo.

En lo que hace a la cría, el próximo objetivo es aumentar la carga de 1 a 1,25 vientres/ha manteniendo los índices de preñez y de destete. Proyectan que ese objetivo se va a alcanzar con una subdivisión del campo natural que les dará “un manejo mucho más eficiente del pastizal natural” y la realización de aguadas en todas las parcelas “para que los animales tomen agua limpia siempre”.

Para mejorar en la recría enumeró los desafíos de “mejorar las pasturas de alfalfa degradadas y seguir mejorando los corrales y mangas para mejorar el bienestar animal e instalar un sistema de pesaje que le permitirá obtener datos más precisos que “son indispensables para cualquier proceso de crecimiento”.

Fuente: IPCVA