Aunque los valores se han ido mejorando, la «cautela es el comín denominador», según indica la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales al analizar la relación de oferta y demanda que tienen las tierras con destino a la producción agropecuarias.
El “Índice de actividad del mercado inmobiliario rural” (InCAIR), que refleja la “actividad” del mercado, tuvo en mayo 32.88 puntos, superando así con 7.76 puntos el registro de abril.
De esta manera se va cumpliendo el panorama de recuperación, o al menos con un valor de piso, para los inmuebles rurales.
En su último reporte la CAIR advirtió: «El pesimismo por la situación general que atraviesa nuestro país, sigue siendo alto. Pese a ello, los valores de la tierra siguen tentando a los inversores, quienes apuestan a un cambio positivo en la economía«.
Por el momento, y en año eleccionario, se mantiene la expectativa de que el proceso de baja de valores se detuvo, y los vendedores pueden sostener más firmes sus demandas al momento de negociar, principalmente si se trata de «campos agrícolas de alto potencial».