Las acciones del Senasa, junto a otros organismos públicos, nacionales y provinciales, alcanzaron a más de 4.300 sitios de control, varios de ellos en provincias limítrofes a La Pampa donde no hay alertas de esta plaga.
Los monitoreos negativos se dieron en Jujuy, Salta, Tucumán, Chaco, Formosa, Santa Fe, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, La Rioja y Catamarca, dando como resultado que el 93% de estos lugares se encontraron sin presencia de langostas; mientras que en el 7% restante la plaga estaba en fase solitaria, sin registro de daños en cultivos y sin necesidad de acciones de control. En ese sentido, es importante destacar que no hubo formación de mangas.
La langosta es una plaga migratoria que no reconoce límites ni fronteras: en un día puede trasladarse hasta 150 kilómetros y, por ejemplo, cruzar de una provincia a otra, o incluso de un país a otro en cuestión de horas.
Por eso, el Senasa realiza una vigilancia permanente y control temprano de la plaga durante todo el año en determinadas zonas de Argentina. Este manejo preventivo constituye una estrategia que se originó en nuestro país y se utiliza a nivel mundial con el objetivo de evitar que se produzcan brotes poblacionales, ya que el monitoreo permanente resulta clave para lograr una detección temprana de la plaga que mejore los tiempos de respuesta ante crisis.
La vigilancia permanente de las áreas con presencia de langostas, tanto recientes como históricas, permite adoptar medidas de control inmediatas en caso de ser necesarias..