«En cuando a las malezas se debe focalizar en un manejo más integrado, en remarcar los momentos de aplicación, y planificar evitando los manejos reactivos que implican mayor impacto ambiental y suben los costos», dijo el ingeniero agrónomo Mauro Mortarini, de la consultora agropecuaria Ojos del Salado con sede en América.
Mortarini fue invitado por la Asociación de Profesionales Agropecuarios de La Pampa (APALP) a una jornada sobre malezas, y en ese marco estuvo en General Pico el pasado jueves.
El especialista destacó que no sólo brindan asesoría, desde la consultora, porque tienen un área de investigación y desarrollo donde relevan lo que sucede cada año con 12 a 15 mil parcelas de ensayos. «Acá los cultivos de verano se están implantando bien, a diferencia de lo que ocurre en otras zonas de la región pampeana donde están mucho más complicados por las reservas hídricas. Allí han tenido que diferir casi todo el maíz. Por los campos de este sector se vio inconvenientes en el trigo, con los daños sufridos por helada y deficiencias de humedad, que en algunos casos se secaron para sembrar soja«, explicó a RD.
APILAMIENTO DE HERBICIDAS
Enfocado en el tema malezas, comentó que la situación de sequías y heladas tardías han influido en el «apilamiento» de herbicidas y su influencia sobre los sucesivos cultivos, como se podrá apreciar en las siguientes campañas. O incluso se pueden observar fallas por las malezas nacidas en momentos de estrés y los herbicidas que no funcionan igual. «Es un año para estar más atentos, planificar bien todo y saber qué herbicidas utilizar en los momentos claves«, afirmó.
Considerando el manejo integral, las herramientas no se restringen a los herbicidas y Mortarini explicó que se deben incluir el monitoreo, los cultivos de servicio que hacen de cobertura o «puente verde», la siembra en lotes limpios de malezas como una práctica básica. «Sembrar con los lotes limpios es algo básico, porque si se comienza con las malezas nacidas después hay más complicaciones para resolver el problema«, indicó, porque planificar tiene sus complejidades, pero da sus beneficios.
El asesor analizó que el control de malezas en trigo es más sencillo en esta zona, a diferencia del sur de provincia de Buenos Aires donde está ingresando raigrás resistente y crucíferas que generan mayores costos y dificultades.
Con la mirada a largo plazo, para los cultivos de verano, el consejo que brindó es tratar de ver temprano el campo generando barbechos en la primera quincena de junio. De esa manera se maneja cierta humedad en suelo y se trabaja luego de ocurridos los principales pulsos de malezas. Así se reducen costos y con un retoque en agosto se puede llegar a la siembra tranquilos. También una práctica usada es el cultivo de cobertura con vicia y centeno, que se secan para septiembre dando lugar con la primavera y las lluvias a sembrar el cultivo que sigue.
Pensando en las recientes precipitaciones, ocurridas en la región agrícola que incluye a La Pampa, Mortarini recordó que los pulsos de malezas retrasados se van a hacer notar. Por ello, si no hubo aplicaciones, se deben tomar decisiones pensando en el apilamiento de los herbicidas anteriores y el mejor funcionamiento de los productos a partir de las lluvias.