«Comenzó la segunda campaña antiaftosa y antibrucélica en el departamento Maracó, el 11 de octubre, como en casi todo el país. Con una duración de dos meses, o sea que la fecha de finalización es el 10 de diciembre», dijo el médico veterinario, Dante Cerutti, coordinador técnico de la FUMASA.
«Recomendamos que se vacune la hacienda del campo después de sacar los animales que van a faena«, explicó en relación a la fecha de contemplación del 10 de noviembre, que permite los movimientos de ganado a faena sin estar vacunados. Cerutti comentó a este portal que, observando los planteos de frigoríficos y matarifes, se han realizado algunas consultas sobre los problemas que se generan con lesiones y descartes de carne por las aplicaciones.
La categorización de los rodeos, de forma correcta, fue un pedido de la Fundación Maracó para la Sanidad Animal, teniendo en cuenta diferenciar bien terneras de vaquillonas y novillos de novillitos, para que no haya inconvenientes en las actas y luego en el movimiento de animales.
Cerutti recordó que los establecimientos de riesgo, que tienen feedlot o están próximos a frigoríficos y criaderos intensivos, están en la zona y son los que deben vacunar en los primeros 15 días de la campaña.
«Nosotros continuamos mejorando el sistema FundaGe, para la solicitud virtual de turnos por parte de los vacunadores. Y hemos tenido registros los domingos y feriados o incluso en horarios nocturnos. Esto sirve ante la necesidad de los productores porque soluciona problemas que antes debían hacerse en la oficina. La comisión de FUMASA llevó adelante esta herramienta que redunda en beneficios para el productor«, afirmó acerca de la plataforma digital propia.
«EL IMPACTO DEL AUMENTO DE LA VACUNA ES TREMENDO»
El coordinador dijo que siguen con un buen equipo de trabajo y la provisión de dosis que cubren casi toda la campaña. «El problema que tenemos, y que lo va a detectar el productor, son los costos. Hace tiempo que veníamos por debajo del kilo de novillo, pero la vacuna aumentó el 53% y la hacienda sólo el 10%, por esta razón estamos por arriba del kilo con 200 gramos«, indicó. En este año hubo subas en repuestos, combustibles, seguros, y lo que menos incremento tuvo fue el honorario del vacunador y de la fundación.
«El impacto del aumento de la vacuna es tremendo y eso se va a notar. Los entes estamos haciendo un esfuerzo, pero debemos mantener la estructura de funcionamiento y soportamos una carga importante de pago de ingresos brutos», consideró.
La vacuna de brucelosis no tiene los mismos inconvenientes desde el punto de vista económico, porque hay más competencia entre los laboratorios, mientras que para aftosa no es así.
Por otra parte, el veterinario refirió que la cobertura vacunal con brucelosis es muy buena, en la zona de influencia, llegando al control de un 85% de los establecimientos que es un porcentaje superior al de la provincia en general. Esto se logra por el esfuerzo de los veterinarios, SENASA y la fundación que hace dos años insisten con educación, comunicación e información. Y se trata de avanzar de la misma manera con la tuberculosis, porque son enfermedades importantes al pensar incluso en las ventas al exterior. Un ejemplo de ello son los países vecinos que siguen vacunando contra la aftosa y ganan mercados porque hacen control de tuberculosis y brucelosis también.
Con un servicio cada vez más completo, la FUMASA lleva adelante junto con la cátedra de Microbiología e Inmunología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNLPam un método de control de vacunas.
«Desde este año todas las vacunas que entran tienen un control de viabilidad que sirve para asegurarle al productor que todo lo que se le está dando y cobrando tiene calidad«, comentó. Porque desde que salen las dosis del laboratorio hasta que llegan al campo son guardadas con cadena de frío en la fundación, pero la prueba da una garantía extra.