La cosecha de maíz finaliza con buenos rendimientos pese a las adversidades climáticas, indicó la BCP. Los cultivos de fina transitan el periodo de macollaje con una condición de buena a muy buena.
La campaña 2021/22 se encuentra prácticamente finalizada, restando cosechar lotes puntuales a la espera de la disminución de humedad en el grano, informó la Bolsa de Cereales y Productos de Bahía Blanca en su RAQ 103.
La superficie dedicada a este cultivo presentó un leve aumento del 3% respecto al ciclo pasado debido, principalmente, a los buenos precios a cosecha y adaptabilidad del cultivo al potencial de distintas zonas productivas. La tolerancia a la sequía de determinados híbridos también fue un factor fundamental teniendo en cuenta el pronóstico de año niña.
El relevamiento del norte pampeano está incluido en la zona Centro-pampa de la BCP, que según el reciente informe: Finaliza el ciclo en 5.900 kg/ha (mín: 4.500 kg/ha – máx: 6.500 kg/ha). Esta subzona cierra una campaña excepcional con un incremento interanual del 28% con respecto a la castigada campaña 2020/21. Mientras que en la zona sur se observaron los departamentos de Atreucó (5.500 kg/ ha) y Capital (5.000 kg/ha).
La siembra de los lotes de fecha temprana comenzó en el mes de octubre con buena disponibilidad hídrica, mientras que en la zona norte se evidenció un atraso en las labores debido a los altos milimetrajes ocurridos. Por otro lado, la siembra tardía se desarrolló con normalidad en la región.
Las adecuadas reservas hídricas generadas a partir de las precipitaciones del último trimestre 2021 permitieron al cereal transitar la etapa vegetativa sin sobresaltos a pesar del evento de estrés térmico ocurrido en la primera quincena de enero.
En cuanto a la etapa reproductiva, las precipitaciones de la segunda quincena de enero favorecieron la formación de rendimiento en gran parte de la región.
Por otro lado, los eventos de heladas tempranas ocurridos en febrero y marzo afectaron la floración y el llenado de grano de los lotes sembrados a partir demediados de diciembre y los primeros días de enero ocasionando mermas en rendimientos, pérdida de lotes y bajo peso hectolitrito en los cultivos cosechados.