«Un brote de SARS-CoV-2 en grandes armadillos peludos (Chaetophractus villosus) asociado a la variante Gamma en Argentina tres meses después de ser indetectable en humanos», indica un reciente artículo sobre la investigación que impulsa la UNLPam.
Dentro del Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2 se realizan diferentes reportes e investigaciones en todo el país y uno de los recientes artículos en revisión es acerca de la presencia del virus COVID en la fauna pampeana.
Según estos primeros datos se trata de varios peludos detectados en General Pico, a principios de este año, dentro de un predio de la Facultad de Ciencias Veterinarias con un grupo de animales que estaban en el marco de una investigación sobre neurología evolutiva.
Franco Lucero Arteaga es el médico veterinario y docente de la facultad que detectó los síntomas en los peludos y realizó pruebas para confirmar si eran casos positivos de COVID. Con tres PCR positivos se avanzó luego hacia la realización de dos técnicas inmunológicas para buscar la presencia de anticuerpos específicos en las muestras de suero extraídas. En contacto con la UBA, donde está realizando un doctorado, se fueron sumando más intervenciones para la investigación.
El trabajo incluye múltiples colaboraciones con profesionales del: Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), CIDEF (Centro de Investigación y Desarrollo de Fármacos) y Bioterio, Facultad de Ciencias Veterinarias (UNLPam), Laboratorio de Virología Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Buenos Aires, Facultad de Ciencias Veterinarias (UBA), Instituto de Investigaciones Biotecnológicas, Universidad de San Martin (UNSAM), e Instituto de Investigaciones en Bacteriología y Virología Molecular (IBaViM).
SIN PELIGRO PARA LA POBLACIÓN
Lucero Arteaga dijo a RD que no se trata de una situación de peligro para la población humana ni para los animales, la investigación lo que demuestra es la susceptibilidad de los peludos a contraer el virus, y esta no es la primera vez que se confirma el contagio de animales de diferentes especies en Argentina. Por otra parte, los peludos de la investigación tuvieron problemas respiratorios y otra sintomatología asociada a la enfermedad pero se recuperaron.
«Nuestro interés es continuar la investigación. La conclusión que tenemos es que acerca de los reservorios virales es necesario trabajar sobre la fauna silvestre«, afirmó. Y agregó que la pandemia evidenció aún más las modificaciones que los virus tienen en el tiempo junto con la amplia afectación de especies.