La nutrición es un aspecto clave de la producción ovina y es necesario conocer los requerimientos nutricionales que tiene el rebaño para poder trabajar con el forraje que se encuentra en cada zona, según explicó Marcelo Real Ortellado, ingeniero de la Facultad de Agronomía en la cátedra de Producción de Bovinos y Ovinos, y técnico de INTA.
Como uno de los capacitadores de la jornada ovina realizada ayer en General Pico, a través de la UNLPam y el Ministerio de la Producción, el docente manifestó: «Lo primero que debemos pensar es sobre los requerimientos de la oveja y lo que tenemos en el campo. Un verdeo, una pastura, granos, silo, pastizal natural, una perenne u otro recurso, porque todos son aprovechables y válidos en su momento, con sus propias bondades y precauciones al utilizarlos«. Al mismo tiempo, la hacienda puede requerir según su etapa una nutrición más cuidada y tener períodos con menor demanda que permiten flexibilizar en calidad y valores económicos lo que se les dará de comer.
Real Ortellado consideró que en todo planteo ganadero la comida es un aspecto básico y la cadena forrajera se debe organizar. Observando los picos de producción en cantidad y calidad.
En La Pampa hay diferencias agroclimáticas marcadas y el entrevistado analizó que en el sudeste se ve preferencia por servicios de primavera o partos de otoño, ya que en verano es más difícil lograr una buena pastura o verdeo. Hacia el centro- este el modelo es un poco más mixto, con planteos tanto de servicios en otoño como en primavera. En el norte pampeano con otros recursos se dan otras opciones, pero yendo para el oeste y la zona de caldenal es mejor seguir el ciclo de los pastos naturales y algún otro recurso que ayude por lo que predomina el ciclo de otoño. Este es un factor a tener en cuenta, si bien existen otros como la raza a utilizar.
El ingeniero señaló que la apertura a las consultas del productor se dan tanto en la facultad como el INTA, pensando en aportar a la ganadería ovina según lo requieran.