El balance del 2021, que viene con cierto alivio luego de un año más complicado por la pandemia del COVID, incluyó observar la tendencia de los stock ganaderos en la región para considerar si hubo pérdidas o algún tipo de freno al crecimiento que se veía años anteriores, señaló Dante Cerutti, coordinador técnico de la FUMASA.
Ahora ya se habla de un descenso en cuanto a la cantidad de terneros vacunados, que en la primera campaña del 2022 se podrá comprobar viendo el porcentaje de destete. “Hay que ser realistas porque el nivel del destete del 2021 fue muy bueno en el departamento Maracó llegando casi al 80% y es difícil sostener ese porcentaje en los rodeos”, señaló.
Cerutti explicó que se venía de un 2020 bueno en cuanto a precipitaciones, pasturas y renovación del rodeo a partir de la eliminación de la vaca china que se logró. Pero se pasó a un 2021 con problemas de sequía y luego excesos hídricos, todo eso impactó en el desempeño reproductivo básicamente por la oferta forrajera. Desde lo sanitario no hubo algo que pudiera influir, consideró. Sin embargo, una evaluación más certera se podrá hacer en los siguientes meses.
En brucelosis y tuberculosis se está trabajando mucho, recordó, porque no son enfermedades que estén relacionadas pero si tienen control oficial. A fines de febrero finalizará la prórroga para los que no hicieron ningún tipo de planificación sanitaria y en el departamento hay un buen avance al respecto. Cerca de un 60% de los establecimientos han llevado adelante planes de abordaje para brucelosis. En tuberculosis se interviene desde SENASA y con los profesionales a través del hallazgo de lesiones compatibles desde los frigoríficos.
“Se hace un camino retrospectivo de los establecimientos y viendo los porcentajes de lesiones (que tienen características específicas) se obliga al productor a intervenir y tener un diagnóstico de situación de lo que ocurre con su rodeo”, afirmó.
Es un sistema de búsqueda que va desde la planta de faena hacia la producción primaria para conocer si hay una problemática de tuberculosis o sólo son lesiones compatibles pero pertenecen a otro tipo de enfermedades. Hace unos años se determinó este seguimiento, recordó, y es una manera de avanzar seriamente con esta enfermedad.
“En países vecinos, como Uruguay, se está eliminando el animal tuberculoso por faena sanitaria. Ellos trabajaron durante varios años haciendo una eliminación. Tomaron la decisión de que el Estado pagaba cada bovino que se sacaba del establecimiento e iba al frigorífico para la faena sanitaria. Vemos cómo lo están haciendo y que eso les permite entrar a mercados que tienen esa exigencia como es Corea del Sur que tiene precios muy importantes en comparación con lo que paga China”, indicó.
Un esquema parecido se puede pensar si está el objetivo a futuro de exportar animales en pie y hay que cumplir con ese tipo de condiciones sanitarias.
GESTIÓN DIGITAL
Dentro del futuro de la fundación está el programa de gestión que es digital y sirve para el pedido de turnos, carga de actas, seguimiento de vacunación y más. “Lo pusimos a prueba en la campaña pasada y funcionaba muy bien, con algunos ajustes que le tuvimos que hacer, y lo que establecimos para georreferenciar los establecimientos en el plano del departamento Maracó”, dijo.
En la pantalla cada establecimiento se señala con un punto de color que cambia de amarillo a verde a medida que cumplen con la campaña de vacunación obligatoria y se van cargando las actas. Con este avance tanto los que integran el grupo operativo como SENASA pueden hacer un seguimiento actualizado del avance de la campaña. En tiempo real se sabe qué veterinario está trabajando y en qué establecimiento se encuentra.
Cerutti dijo que FUMASA es la única fundación que está aplicando el sistema en la provincia, pensando no sólo en el seguimiento de la vacunación de aftosa sino también para implementar a futuro en algún tipo de trazabilidad de sanidad no oficial para generar un valor agregado a los animales. Es una experiencia que se asemeja a lo que vienen haciendo en otros lugares del mundo, es un avance hacia lo digital y los sistemas que son auditables desde diferentes actores. También provee al productor un registro de lo que está haciendo en su propio campo y sirve tener un libro de tratamiento o control del uso de antibióticos.