Las granjas lecheras deben pensar en el futuro

Las producciones lecheras deben apuntar a lograr adaptabilidad, tenacidad y comprensión del consumidor como metas para poder tener un futuro.

Según la Universidad de Cornell en USA, esta debe ser la perspectiva de los próximos 10 a 15 años para marcar la evolución de las granjas lecheras con el fin de prepararlas para enfrentar los problemas críticos derivados del cambio climático, la volatilidad del mercado y las demandas de los lácteos, tambos, consumidores; es decir, para usar un término actual, hazlos resilientes

De nada sirve pensar en un modelo único de establo, de manera realista, habrá pequeñas o grandes empresas, altamente productivas o diversificadas y multifuncionales para satisfacer las necesidades locales. Sin embargo, todos tendrán que conseguir dos objetivos.

Máxima atención a las emisiones

Primero, deberán adoptar técnicas para reducir las emisiones de metano y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Por tanto, será necesario gestionar la alimentación de los animales con la máxima atención: ingredientes, su conservación, incorporación a la ración y distribución. El plan de costos deberá seguirse con precisión, incluyendo también los residuos sólidos y líquidos del tambo, que se incorporarán en la medida de lo posible a la lógica del ciclo productivo.

Integración con el territorio

En segundo lugar, todas estas empresas, aunque tan diversificadas, deben ser parte integral de los territorios y comunidades sociales en las que se ubican. Ya sean tambos orientados al mercado o periurbanas, deben poder interactuar con los consumidores. Por lo tanto, deberán adoptar un enfoque proactivo para administrar su reputación y establecer su marca si operan con ventas directas, para que diferentes audiencias comprendan el valor del rol que desempeñan. Esto no se puede separar de la adopción de proyectos para el bienestar animal, la organización del trabajo y las condiciones sociales de los empleados, de los planes de gestión de aguas residuales, de la adopción de técnicas agronómicas lo más regenerativas posible.

Transparencia hacia el exterior

El productor de los próximos años también tendrá que demostrar que está abierto al mundo exterior, sin temor a mostrar de manera transparente y honesta la actividad productiva de su empresa, que produce para el bienestar común de la sociedad.

Las granjas deberán volver a ser parte integral del territorio y las comunidades locales, operando con honestidad y transparencia, para ser percibidas como tales.

 Traducido por el OCLA del newsletter de CLAL.it