Argentina mantiene el máximo reconocimiento del estatus sanitario respecto a la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) por parte del Organismo de Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda (FSANZ), reconocimiento que encuadra a nuestro país en la “categoría I” obtenida por primera vez en el año 2015.
Se basa en la existencia de controles exhaustivos y bien establecidos por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para prevenir la introducción y amplificación del agente que produce la EEB (popularmente conocida como «Vaca loca») en la población bovina del país, por lo que la carne y los productos vacunos son seguros para el consumo humano en relación a esta enfermedad.
Soledad Maloberti, responsable del Programa de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles (EET) de los animales, explicó que «este reconocimiento contribuye a mantener y fortalecer los compromisos y acuerdos comerciales vigentes de mercancías de origen rumiante que la Argentina tiene establecidos con terceros países.»
Esta óptima condición se obtiene como consecuencia de nunca haberse detectado la enfermedad en el territorio nacional y por las acciones de control y vigilancia que lleva adelante el Senasa para sostener el estatus logrado y contribuir a preservar la salud pública.
Es de destacar que la Argentina también esta reconocida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), como país de riesgo insignificante respecto a la EEB.