Un mapeo de las denuncias por triquinosis que sirve para observar la última década

La veterinaria Tatiana Aronowicz, de la Dirección de Epidemiología del SENASA, se refirió al análisis de 10 años de las notificaciones por triquinosis en el país. “Fue un trabajo bastante arduo porque se recopilaron datos de muchos años, y salió este informe que lo importante es que nos ayuda a visualizar cómo se distribuye la enfermedad a lo largo del país y se incorporan los animales silvestres que no se notifican hace tanto tiempo”, explicó.

La profesional detalló que la intención es generar otros informes similares sobre rabia, carbunclo y otras zoonosis.

Los gráficos en el escrito plasman sólo la información producida por los reportes de hallazgos de la enfermedad, ya sea en brotes humanos, detección en productos de la caza, faena domiciliaria que se analiza en laboratorio o animales que al pasar por un frigorífico dan positivo con la técnica de digestión artificial. Estas situaciones generan una denuncia, y con esas notificaciones (que implican un procedimiento de sanidad realizado en origen) se elaboró el análisis. Por fuera quedan aquellas situaciones que no han sido reportadas.

Para La Pampa la mención en el informe sirve para saber que hubo notificaciones al SENASA dentro de los protocolos de denuncia obligatoria, y eso ayuda a pensar en los programas de prevención y las acciones que se precisen en cada lugar.

La posibilidad de observar los números y la distribución en mapas y gráficos da al informe una claridad sobre la presencia de la zoonosis. Además, Aronowicz mencionó que se reciben muchas consultas sobre triquinosis.

Sobre el diagnóstico, recordó que las normativas internacionales tienen como la prueba fundamental en detección la digestión artificial, una técnica que es post mortem. Existen otras posibilidades con pruebas serológicas que se vienen usando, pero tienen una sensibilidad tan alta que sirven para un diagnóstico epidemiológico y ayudar a sanear un foco pero no para liberar la carne a consumo. En cuanto a las técnicas de PCR que son útiles para identificar la especie larvaria, que responden a diferentes parámetros epidemiológicos e incluso hay algunas que son resistentes a las bajas temperaturas y por esa razón el congelado de la carne no es seguro.