Los últimos puesteros: Sin nombre

Hace unos días partí 
abriendo muchas tranqueras,
de puestos que son tapera
y campos que se han vendido,
en otras manos han caído,
muchas de ellas extranjeras.
Llegan comprándolo todo
dejan mi tierra sin nada
ni las vacas, ni la aguada
sólo arrean inversiones
por eso no quedan peones
en esta tierra olvidada.
Cuánta tristeza me dió
aquella tierra tan pobre,
se fue la mano del hombre
de los puestos, de los sueños,
no sólo cambian los dueños
también les cambian los nombres.

Versos extraídos con permiso del autor del libro “Los últimos puesteros” de Ariel “Alpataco” Vazquez.