El Senasa realiza un trabajo de identificación y evaluación de los riesgos de introducción de la enfermedad a la Argentina y le solicitó información sanitaria a Venezuela.
A partir de información sobre el ingreso a Venezuela de carne de cerdo proveniente de Rusia, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), continúa reforzando las medidas de prevención para disminuir el riesgo de introducción de Peste Porcina Africana (PPA) a la Argentina.
Desde los primeros indicios del aumento de prevalencia y dispersión de la enfermedad en países de Asia y Europa, y conforme a las recomendaciones de los foros regionales e internacionales, el Senasa realiza un trabajo de identificación y evaluación de los riesgos de introducción de la PPA, que permite implementar los nuevos enfoques del refuerzo de controles basado en riesgos, los que se actualizan permanentemente conforme su dinámica y evolución, permitiendo sostener un nivel adecuado de protección para nuestros animales.
En este sentido, los controles están dirigidos principalmente a aquellos factores identificados como de mayor riesgo, como el transporte internacional y el manejo de los residuos alimenticios en transportes de pasajeros y cargas internacionales.
En cuanto al comercio internacional de productos del cerdo sometido a controles oficiales, el mismo permite la aplicación de la certificación veterinaria oficial de origen, minimizando el riesgo de ingreso de la enfermedad.
Específicamente respecto a éste último caso, el Senasa junto con otros servicios veterinarios de la región, están solicitando información ampliatoria al Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI) de Venezuela, respecto a las condiciones de ingreso de estas mercancías a fin de ponderar los riesgos. Asimismo se reforzaron los controles dirigidos a los pasajeros de vuelos procedentes de dicho país para detectar el ingreso no autorizado de productos de riesgo (carnes porcinas, embutidos frescos o secos, salazones).
Cabe recordar que la PPA nunca fue detectada en Argentina, y es de notificación obligatoria. Esta enfermedad provoca grandes pérdidas económicas a la producción porcina de los países infectados, aunque no afecta a las personas ni altera la inocuidad de la carne.